Entrevista a Dolors Hernández (Secretaria de Salud Laboral-UGT)
- ¿El acoso moral en el trabajo es uno de los grandes retos de la salud laboral?
Los riesgos psicosociales junto con los riesgos ergonómicos son los grandes retos de futuro en la prevención de riesgos laborales. Hasta ahora, en las políticas han imperado los riesgos clásicos, como los accidentes laborales, donde se ha logrado invertir la tendencia al pasar de una media de cinco accidentes mortales de trabajo a tres. Eso nos lleva a que tenemos que abordar los nuevos retos, fundamentalmente los psicosociales, porque en los ergonómicos se están realizando ya campañas a nivel europeo, con lo que los trabajadores identifican ya estos riesgos y se incluyen en los planes de prevención. Sin embargo, la gran asignatura son los riesgos psicosociales, que no se identifican, no se evalúan y no se planifican en las empresas.
- ¿Desde qué ambitos hay que intervenir en los riesgos psicosociales?
Desde la formación, investigación, desde las políticas públicas. En lo referente a la formación, el problema que tenemos es que como no se conocen, los trabajadores no identifican que los problemas de deterioro de su salud van vinculados muchas veces a esas nuevas formas de organizar el trabajo, la falta de promoción, de participación. Todo ello hace que los trabajadores tengan problemas de salud, pero que por ese desconocimiento no lo identifican.
- ¿Se está empezando a tomar conciencia del problema?
En 2007 se alcanzó un acuerdo europeo sobre acoso moral y violencia en el trabajo. El primer país que ha incorporado ese acuerdo es España, quizá porque la UGT ha intervenido directamente en ese acuerdo marco. Somos la única organización sindical que tiene un observatorio permanente de riesgos psicosociales, que lleva trabajando cuatro años. Hemos realizado un trabajo de campo de 4.000 encuestas muy cualitativas que nos ha servido para saber los riesgos que sufren los trabajadores.
- ¿El acoso laboral va ligado, por lo tanto, a las condiciones de trabajo?
Los empresarios han reconocido que el acoso moral no es una cosa externa a las condiciones de trabajo, sino que está vinculado directamente a dichas condiciones, a la organización del trabajo y a todo lo que tiene que ver con la precariedad, entendida como sentido de la participación, falta de rol, de motivación, todo ello por no tener en cuenta la importancia del capital humano.
- ¿Qué incidencia tiene el acoso moral en el trabajo?
En el sentido más restrictivo, de las 4.000 entrevistas hay un 2% de los trabajadores que tienen ya acoso moral severo en el trabajo. No obstante, en acoso moral medio estamos hablando de un 15%, que es altísimo, porque la media europea es del 9%. Pero en una perspectiva de trabajadores que están en situaciones de cierta dificultad, si no se hace nada podemos subir a un 24%. Sería una dimensión social, económica, a todos los niveles tremenda, porque en este trabajo de campo también hemos descubierto que en los últimos doce meses, el 8% habían tenido bajas laborales por temas vinculados directamente al acoso moral, efecto quemado, estrés. Con lo cual, no es sólo un problema de seguridad y salud laboral, sino también de productividad, económico para el sistema público y un coste para las empresas y para el país en general. Por lo tanto, lo que tienen que hacer las comunidades autónomas es poner en marcha políticas de actuación preventiva, pero también reparadoras.
- ¿El mayor índice español de acoso moral se debe, por lo tanto, a que la precariedad es más elevada?
Sí, efectivamente. Aunque hay que diferenciar temporalidad de precariedad. Los trabajadores temporales no son los que más sufren el acoso moral, sino los trabajadores precarios en sus condiciones de trabajo: el no poder participar en el diseño del trabajo y la falta de promoción, que es un elemento muy importante.
- ¿En cuestiones tan sibilinas como la falta de promoción será muy difícil demostrar que existe acoso moral?
Ante cualquier duda el trabajador tiene que acudir a los representantes de los trabajadores y si no al sindicato. En los cuatro últimos años UGT ha hecho un trabajo muy importante a través del observatorio y tenemos protocolos de actuación para que el trabajador se sienta arropado y no termine dejando su puesto de trabajo.
- Existen ya sentencias condenatorias, ¿Son todavía insuficientes?
Insuficientes y muy dispares. Eso se soluciona tipificando los riesgos psicosociales en el cuadro de enfermedades profesionales para poder prevenir.