2 nov 2007

Pensar y hacer


Tengo dos amigas que viven con sus hijos (6 y 12 años, respectivamente), diagnosticados como niños hiperactivos. Las admiro profundamente y no por eso –que no es envidiable- sino por su bondad interior, abnegación y porque son buena gente, además de excelentes profesionales.
Yo no entiendo de estas cosas y digo tan solo lo que observo: los hijos de mis amigas no pueden estar quietos físicamente, siempre están haciendo algo sin que esto de deba a ningún propósito ni un objetivo. Estas madres intentan conducirlos explicándoles los porqués pacientemente e induciéndolos a actuar disciplinadamente en libertad. Lo hacen, además, con la mejor de sus sonrisa y con todo su amor. Si a ellas las admiro aunque yo no quisiera verme en su lugar, a esos niños los "envidio" por el cariño y atención que reciben; lo reflejan con su sonrisa espontánea y agradecida.
Esto viene porque esta mañana, al despertar, cuando no sabía si echar los pies fuera de la cama o acurrucarme conmigo misma y mis almohadas, me he acordado de ellas. ¡Cuántas cosas no pueden hacer porque su objetivo es encontrarse bien para sacar a sus hijos para adelante! Otras personas que podemos hacer lo que ellas no pueden, mentalmente vamos a todos sitios sin ir a ninguno, imaginamos cómo se estará en el campo, en la playa, en el cine, con amigos, con familia o haciendo un viaje... Pero si para salir de la cama ya hay que pensarlo -y no es pereza-, ¿de dónde sacar fuerzas para lo demás?

2 comentarios:

Mimi dijo...

Sole poder es querer !!!
Te lo dice esta amiga que te aprecia más de lo que tu piensas !!!
No pienses en el después piensa en el ahora, no pienses en el mañana piensa en hoy y levantate todos los días con ganas de comerte el mundo ( como dice la canción)con toda las fuerzas que tu tienes que no son pocas y disfruta del momento, de esos momentos maravillosos como ir a una playa a pasear, del sol y de la buena compañia.
Un beso muy fuerte

Te quiere

Mimi

Soledad Flaubert dijo...

Después de varios días desconectada del blog (es un enganche), me encuentro con tu sorpresa y con tus palabras. Además, has escogido especialmente una entrada muy especial que, además, la escribí tal cual... Me ha dado mucha alegría ¡De verdad!
Me he quedado con el mensaje, con la idea; ahora toca llevarlo a cabo, que no es fácil. Por lo demás, ya sé que está informada de todo por Jorge. Ya te contaré...
Ya sabes que el cariño es mutuo.

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