Uno de los sectores más afectados por el mobbing o acoso psicológico en el trabajo es la Administración Pública. No es que yo lo diga es que hay datos y estudios que lo demuestran. Es tremendo. La administración pública que debe de ser el ejemplo de una organización es uno de los ámbitos laborales donde más se practica y se da cobertura a estas actuaciones coercitivas y denigrantes para la persona.
El acoso psicológico en el trabajo se ejerce desde diferentes posiciones (de arriba hacia a bajo, entre iguales o compañeros, de abajo hacia arriba). La más frecuente y poderosa es la primera (de un superior en categoría laboral a un inferior) y lo grave es que esto arrastra al acoso entre iguales porque las amenazas veladas, presiones, premios y castigos se reparten como si las vidas de las personas le pertenecieran a quien así actúa.
No son actos violentos aislados ni ataques puntuales, sino que quienes ejercen la violencia contra otra u otras personas lo hacen de forma sistemática, recurrente y durante un tiempo prolongado. Este ataque va minando poco a poco a la persona acosada, quien cuando reacciona se encuentra aislada porque han destruido sus redes de comunicación, con la imagen y reputación destruidas, con la dignidad personal y profesional afectada y con sus funciones laborales aniquiladas. El objetivo es machacarla, quitársela de en medio, que se aburra y abandonen el lugar de trabajo.
Esta presión afecta no sólo a la vida laboral de la víctima sino a su salud (física y mental), a su calidad de vida, a su economía, a sus amigos y a su familia. Afecta a todo.
Es un atentado contra los derechos fundamentales recogidos en la Constitución y, en particular, afecta a la integridad y dignidad de las personas, impidiendo de este modo el libre desarrollo de su personalidad.
¿Cómo se frena esta plaga? ¿Como se para a estos violentos que se otorgan a sí mismos el poder de disponer de otras vidas?, ¿Cómo frenar el estos actos lesivos y dañinos?
Hay casos así en la Administración, yo los conozco ¿vosotros?
El acoso psicológico en el trabajo se ejerce desde diferentes posiciones (de arriba hacia a bajo, entre iguales o compañeros, de abajo hacia arriba). La más frecuente y poderosa es la primera (de un superior en categoría laboral a un inferior) y lo grave es que esto arrastra al acoso entre iguales porque las amenazas veladas, presiones, premios y castigos se reparten como si las vidas de las personas le pertenecieran a quien así actúa.
No son actos violentos aislados ni ataques puntuales, sino que quienes ejercen la violencia contra otra u otras personas lo hacen de forma sistemática, recurrente y durante un tiempo prolongado. Este ataque va minando poco a poco a la persona acosada, quien cuando reacciona se encuentra aislada porque han destruido sus redes de comunicación, con la imagen y reputación destruidas, con la dignidad personal y profesional afectada y con sus funciones laborales aniquiladas. El objetivo es machacarla, quitársela de en medio, que se aburra y abandonen el lugar de trabajo.
Esta presión afecta no sólo a la vida laboral de la víctima sino a su salud (física y mental), a su calidad de vida, a su economía, a sus amigos y a su familia. Afecta a todo.
Es un atentado contra los derechos fundamentales recogidos en la Constitución y, en particular, afecta a la integridad y dignidad de las personas, impidiendo de este modo el libre desarrollo de su personalidad.
¿Cómo se frena esta plaga? ¿Como se para a estos violentos que se otorgan a sí mismos el poder de disponer de otras vidas?, ¿Cómo frenar el estos actos lesivos y dañinos?
Hay casos así en la Administración, yo los conozco ¿vosotros?
Opiniones, experiencias, documentación y cuanto se os ocurra... serán de mucha utilidad para esta bloguera
3 comentarios:
Estimada Soledad,
Creo que uno de los problemas es la pasividad de los que nos consideramos buenas personas. Me temo que a veces permitimos injusticias en nuestro intento de no ser injustos con ninguno!
La entrada que has leído en mi blog no era fruto de la casualidad sino una reflexión mía a raíz de un desgraciado incidente del que intento recuperarme!
No tengo datos. Consejos, tampoco. Sólo que no hay que confundir ser buena con ser tonta, aunque en caso de duda prefiero mil veces ser tonta a colaborar con el mal que sin duda existe!
Ánimo!!!
Creo que el mayor problema sin duda alguna es en materia legal, la flexibilidad que existe en estos temas, que le permiten al empleador cometer todo tipo de abusos.
Estimada Soledad:
Soy un funcionario de educación víctima de un tipo de acoso laboral normal en su estilo y aplicación (yo diría que de manual), pero peculiar en sus protagonistas, más bien lo peculiar es la alianza que se ha producido entre las acosadoras (destacadas miembras de un sindicato "progresista")y la Administración Educativa (en mi Comunidad Autónoma del PP).
Posiblemente la explicación se halle en que, en definitiva, lo que se intenta es esconder una situación de corrupción administrativa que está detrás de todo el asunto y en la que no me quise implicar al ser Secretario del Centro.
He tenido que acudir a un Contencioso Administrativo, para que judicialmente se revoque la sanción que se me ha impuesto, sin ni siquiera habérseme abiero expediente, pero no tengo claro como actuar contra el acoso ni, especialmente, como puedo denunciar la situación de corrupción, ya que, el responsable máximo provincial (el Dtor. Territorial), en vez de concederme la entrevista donde le anunciaba las denuncias, me envió a la Inspectora Educativa para amenazarme.
Cualquier ayuda que podáis prestarme me sería de mucha utilidad, ya que mi situación es muy incómoda y, a ratos, desesperada, aunque he conseguido refugiarme en un centro diferente y aliviar la tensión que sufría el curso pasado.
Mi correo electróncico: mjgllmp@gmail.com
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